pasea con su camello
y su instrumento
por las dunas del laberinto de tu oreja.
Pensando en vos alta,
buscando una salida
y sin darse cuenta.. te susurra en el oído sus reflexiones
-Nunca es facil encontrar la salida,
no hay dos orejas iguales.
-Dice el hombre diminuto.
Y vos ahi sentado.. con la mirada fija en el vacio
siendo testigo..
te dejas guiar por las huellas de su camello,
por las notas de su citar
y soltas el hilo
La musica que crea inunda de arena todos tus sentidos
y a tu alrededor nace un desierto en el que comenzas a caminar..
la voz del arabe resuena como un eco lejano
que viene del cielo
en forma de musica
y te das cuenta de que con las sensaciones que te produce
comprendes lo que el viento le responde para ayudarlo
-Este laberinto es el de tu propia oreja.